En 1937 un primitivo Gil Eannes daba servicio en Terranova (Canadá) primero al servicio de la Marina de Guerra y a partir de 1942 trabajando para la Sociedade Nacional de Armadores do Bacalhau, de Portugal.
A principios de la década de los años 50 del siglo pasado, el Ministério da Marinha y el Grémio dos Armadores dos Navios da Pesca do Bacalhau decidieron la sustitución del viejo Lahneck por un buque más moderno, encargando a los astilleros de Viana do Castelo, en el norte del país luso, la construcción de un buque capaz de servir como buque hospital equipado con todo lo necesario para dar el mejor servicio a la flota de bacaladeros.
En 1955 fue botado el nuevo buque, bautizado también con el nombre del explorador portugués Gil Eannes. Sus dimensiones eran de 98,5 metros de eslora por 13,7 metros de manga, y su casco, reforzado para la navegación en hielo, albergaba cuatro bodegas y tres cubiertas para la carga. A bordo había espacio para 72 tripulantes, seis pasajeros y 74 pacientes.
Durante cada campaña, el Gil Eannes efectuaba entre 4.000 y 4.500 consultas, alojando a unos 400 pacientes accidentados o con enfermedades de menor gravedad pero que exigían hospitalización. Además, se realizaban unas setenta intervenciones quirúrgicas, doscientas extracciones de piezas dentales, innumerables exámenes radiológicos y un sin fin de pequeñas intervenciones diarias de pequeñas cirugías.
Un oficial de la marina de guerra de Portugal viajaba a bordo del buque para solucionar cualquier caso de indisciplina de los más de 7.000 personas que componían la flota bacaladera. El Gil Eannes también funcionaba como buque correo; más de 70.000 cartas eran enviadas o recibidas cada campaña entre los pescadores y sus familias en tierra firme. También daba servicio abasteciendo con redes, materiales de pesca, combustible, agua o cebo para la pesca a los buques de la flota, en las peores condiciones climatológicas y de la mar.
Tras su baja del servicio activo, el buque fue abandonado y amarrado en 1984 en Lisboa, en donde permaneció hasta que se anunció su venta para el desguace en 1997. Ante esta noticia, la Cámara Municipal de Viana do Castelo decidió rescatarlo y recuperarlo, y desde agosto de 1998 el buque permanece amarrado en el puerto de esta ciudad funcionando como buque museo.
Con la entrada al museo Navio Gil Eannes conoceréis cómo se realizaba una operación a bordo de un barco en el Atlántico Norte.
Así, se pueden visitar sus cubiertas exteriores, el puente de mando, las cocinas, los camarotes de los oficiales y la tripulación, la capilla, la cámara de máquinas, diferentes pañoles y los espacios médicos con los que estaba habilitado (salas de cirugía, radiología, convalecencia, etc.) Sus instalaciones albergan muchas sorpresas.
El precio va desde los 4.5 euros por persona, ofrecen un combo para familias de 10 euros, y los menores de 7 anos entran gratis. La visita se puede realizar con audio guía (imagen de abajo), en varios idiomas, incluido el castellano.
La empresa de transportes AUTNA enlaza regularmente y con varias frecuencias diarias, la ciudad de Vigo con varias localidades del norte de Portugal y el aeropuerto de Oporto, de una forma cómoda, tranquila y económica.













