La cocina italiana es parte integral de las gastronomías mediterráneas, cuya dieta fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2010 por la Unesco, y es imitada y practicada en todo el mundo. Algunas preparaciones más reconocidas son la pizza, el risotto, muchas formas de pasta, la parmesana, la frittata, el gelato o el tiramisú. Italia también posee una larga tradición de vinos, café, chocolate, quesos (posee la mas grande variedad en el mundo) o aceite entre otros productos. Pero lo cierto es que es una cocina donde se reflejan los abundantes olores y sabores del Mediterráneo.
Muchos de nuestros platos tienen un título que nos recuerda a este país, o más concretamente a alguna de sus ciudades, pero que en muchas ocasiones su origen no tiene nada que ver con el país de Leonardo da Vinci. Aquí van algunos ejemplos de lugares para chuparse los dedos.
CALAMARES A LA ROMANA
No es raro pedir en algún local gastronómico, unos calamares a la romana. A pesar de su nombre esta receta de calamares no se “inventó” en Roma. Es más, no es probable que los encontréis en Roma si vais de visita. Dicen que su origen se remonta al siglo XVI, y se debió a unos misioneros jesuitas, que, en su tarea de propagar la fe católica por el mundo, llegaron hasta Japón. Lo cierto es que los japoneses no adoptaron la fe católica pero si adoptaron algunas técnicas de cocina de los jesuitas. Los misioneros europeos solían comer pescado y verduras rebozadas y la cocina japonesa adoptó esa forma de rebozado y la llamó tempura. Estos advirtieron la costumbre del predicador por rebozar el pescado en tempora ad quadragesimae, lo cual que viene siendo, «en tiempo de vigilia». Por ello, la tempura tiene su origen en tempora. Mientras que la expresión “a la romana ” está relacionada con el origen latino de la palabra tempora.

RISOTTO ALLA MILANESA
En muchos menús del día encontraremos como segundo plato milanesa de pollo, que no es otra cosa que la pechuga del ave rebozada y freída y que puede venir acompañada de ensalada, patatas o arroz. Más extraño es que pongan ese arroz al estilo milanesa. Este plato tan famoso de la cocina italiana, es uno de los platos con más historia que podemos encontrar en el país. Y es que su origen se remonta a la historia en la que el arroz y el azafrán se unieron para dar lugar a este plato único. Para conocer el origen debemos remontarnos al siglo XVI. Cuenta la historia que el aprendiz del maestro pintor renacentista Valerio de Flandes (el autor de las vidrieras del Duomo de Milán) se enamoró de su hija. Resulta que el discípulo italiano era amante de la cocina y para la celebración de la boda decidió preparar un arroz especial. Usó para colorearlo un componente que encontró en el estudio del maestro: el azafrán. Y es que hasta la fecha esta preciada especia se utilizaba tan solo para crear pigmentos de color amarillo. El día de la boda, los platos con granos de arroz de color amarillo, como pepitas de oro, inundaron las mesas de los invitados, que quedaron encantados con la receta. Nacía así el famoso risotto a la milanesa que se ha convertido en una de las señas de identidad de la cocina italiana junto a la pasta y la pizza.

ESPAGUETIS BOLOÑESA
La salsa a la boloñesa es uno de los condimentos mas conocidos de la cocina italiana típica de la famosa región de la Emilia Romaña se emplea tradicionalmente para servir los famosos «ragúes» con tallarines frescos al huevo. Curiosamente en Italia no se consume con espaguetis pero fuera de Italia es muy conocida en los restaurantes italianos el espagueti a la boloñesa, que se ha convertido en uno de los platos más conocidos. Los orígenes de esta salsa una de las mas emblemáticas de Italia, se pierde en la Antigua Roma. Su receta fue tan conocida que se exporto durante la conquista romana de las Galias. En el siglo I antes de Cristo nació como segundo plato a base de carne y, con el tiempo paso a ser untada en el pan o para rellenarlo. A partir de la Edad Media los franceses se encargaron de exportar otra vez el Ragú a Italia. Ragú vienen del verbo francés Ragouter, que significa «abrir el apetito». La receta llega a Bolonia en la Edad Media gracias a su Universidad y a la circulación de estudiantes y profesores por Europa. Se trata de un guiso que nace por grandes cocineros al servicio de las nobles familias. Con el paso de los siglos paso a ser elaborada también por familias humildes.
En sus orígenes la carne se cocía en leche, y esta característica se mantiene en la receta depositada en la Cámara de Comercio de Bolonia en 1982.

PIZZA MARGARITA
Junto con la hamburguesa, la pizza está considerada la comida más difundida del mundo, como consecuencia de la diáspora italiana. Más allá de las formas (redondas, al corte, “alla pala”), la pizza admite ingredientes de lo más variado y se presta a peculiares experimentos a la hora de hacer la masa para aumentar el sabor y la digestibilidad. Sin lugar a dudas la más conocida es la pizza Margarita. Su origen nos remonta al Nápoles de 1889 y, más concretamente, a las cocinas de la pizzería Bracci donde su chef, Raffaele Esposito, decidió crear la pizza tricolor en honor a la bandera del país para la que por aquel entonces era la reina del imperio Italiano, Margarita de Saboya. La fórmula no podía ser más elemental, tomate, mozzarella y albahaca, pero se convirtió en la predilecta de la reina. Sencilla pero poderosa, la receta de pizza pasó a ser el plato de culto de la época y el propio Raffaele decidió bautizarla con el nombre de «Margherita» como tributo a su reina, a cambio de que esta le diese el sello real a su pizzería. La pizza margarita no tardó en popularizarse por todo el país ni en traspasar fronteras hasta convertirse en una de las más apreciadas en el mundo.

VERDE, BLANCO Y ROJO, COLORES DE LA BANDERA ITALIANA
ENSALADA CÉSAR
Para tu sorpresa, descubrirás que aunque su nombre sugiere que la inventaron los romanos o al menos la primera fue elaborada en Italia, esta receta nació en Tijuana (México). El creador fue Caesar Cardini, un chef italiano que emigró a México donde regentaba con su hermano varios restaurantes en la zona turística de Tijuana. En lo referente a cuál fue su origen real, existen varias versiones. La más extendida apunta a que el 4 de julio de 1926, con el propósito de celebrar el día de la independencia de Estados Unidos, un grupo muy numeroso acudió al restaurante de Cardini. Al no esperar tantos clientes se quedaron sin provisiones, por lo que se le ocurrió crear una ensalada con los alimentos que tenía disponibles: lechuga romana, huevo, queso italiano, algunos limones y pan seco. A la combinación de ingredientes le añadió una salsa de una antigua receta familiar y ¡fue todo un éxito entre los comensales! Otra de las conocidas versiones es la de la visita de unos aviadores que eran viejos amigos del chef y para los que preparó el popular entrante por la falta de ingredientes. Y una última versión cuenta que Caesar Cardini la ideó para un concurso culinario de la zona del que resultó ganador. El verdadero éxito de este plato fue su sabroso aderezo. Años más tarde, el mismo patentó la salsa César en California y la registró bajo la marca “Cardini’s Original Caesar Dressing Mix”. Se popularizó muchísimo por todo el país y es por ello que hoy podemos encontrar esta fantástica receta en cualquier restaurante.
SARDINAS EN CERDEÑA
Cerdeña suena a destino exótico, exclusivo, pero a la vez cercano. Uno de esos rincones del Mediterráneo que parecen garantizar unas buenas vacaciones, un viaje diferente a esta isla italiana. El nombre «sardina», que se refiere a un pequeño pez aceitoso, apareció por primera vez en Inglés en el siglo XV y proviene del griego antiguo «sardo» que tiene su origen en la isla de Cerdeña, donde se cree que había muchas sardinas.

POLO SAN XOÁN, A SARDIÑA MOLLA O PAN
NAPOLITANAS DE CHOCOLANTE
Las napolitanas son uno de los productos estrella de cualquier pastelería que se precie. Este popular dulce, es uno de los más extendidos por todo el mundo y aunque su nombre nos indica a pensar que su origen es Nápoles, esto no es del todo cierto. La napolitana es un tipo de bollo relleno de crema, que se encuentra envuelto en una masa de hojaldre rectangular y aplastado. A pesar de que originalmente su relleno es de crema, es habitual encontrarlas con toda clase de relleno, tanto dulce como salado. A pesar de que en España las llamamos napolitanas, este mismo dulce es conocido en otras partes del mundo como «pain au chocolat» por lo que son muchos los historiadores franceses los que reclaman su invención, apoyándose también en que originalmente están elaboradas con la misma masa que los croissants. Con este origen tan incierto, se trata de buscar una explicación al nombre de la napolitana. Una de las teorías, corresponde a la forma tan característica con la que se presenta la napolitana y es que, si nos remontamos al siglo XVI, en la copla XXXIV de Carajicomedia, se hace alusión con este nombre a Isabel I de Castilla, quien desde el año 1504 tenía el título de reina de Nápoles. Esta alusión a la reina, estaba camuflada debido a que se trataba de una mofa y una sátira a la misma en donde se comparaba el tamaño y la forma del dulce con la propia reina.
«Seremos cuidadosos y educados, y nunca dejaremos que nadie nos falte la dignidad ni el orgullo, porque somos hijos de reyes.”
Isabel I, Isabel la Católica

ESPRESSO O CAPUCHINO, (SIEMPRE APETECE TOMAR CAFÉ DESPUES DEL POSTRE)
El café expreso (también llamado café exprés, express, espresso o solo) es una forma de preparación de café originada en Italia. Debe su término a la obtención de esta bebida a través de una cafetera expreso. Se caracteriza por su rápida preparación a una alta presión y por un sabor y textura más concentrados.
Capuchino viene de la palabra italiana cappuccio. Los capuchinos adoptaron una sencilla túnica con capucha marrón y un cinturón de cordón blanco como vestido, y supuestamente obtuvieron su nombre de los niños locales, que los llamarían cappuccini (el equivalente de «sudaderas con capucha»), burlándose de sus largas capuchas puntiagudas. Según la leyenda, después de la Batalla de Viena de 1683, los vienes prepararon café usando los sacos abandonados por los turcos y, para suavizar su fuerte sabor, añadieron crema y miel, obteniendo un color similar al del hábito de los capuchinos. La bebida siempre ha sido conocida por su nombre italiano, ya que la máquina de café expreso con la que normalmente se hace es un invento patentado en 1901 por Luigi Bezzera en ese país.