Se espera que a partir de este 31 de octubre unos 20.000 jefes de Estado, diplomáticos y activistas se reúnan en Escocia, Reino Unido (recordad: necesario pasaporte para europeos), de forma presencial para establecer nuevos objetivos con el fin de reducir las emisiones de la quema del carbón, el petróleo y el gas que están calentando el planeta. Una conferencia sobre calentamiento global de la ONU que comienza este mes (y hasta el 12 de noviembre) en Glasgow, considerada un momento crucial en los esfuerzos para enfrentar la amenaza del cambio climático.
Muchos aprovecharán estos diez días para hacer turismo en la principal ciudad de Escocia y la tercera ciudad mas grande del Reino Unido, y que ofrece mucho más de los que aparenta. Es el centro escocés del arte, de la cultura y de la diversión, por ello se ha convertido en una ciudad deseada por los turistas. Uno de los atractivos de Glasgow son sus museos, muchos de ellos gratuitos: como el Museo del Transporte o Riverside, el Museo Palacio del Pueblo, o el San Mungo museo de la vida y del arte religioso. Ahora bien, lo que justificaría una visita a esta ciudad es Kelvingrove Art Gallery and Museum, y que en sus galerías encontramos una de las mejores colecciones de arte del Reino Unido. Ya solo el edifico es una joya arquitectónica, pero si algo caracteriza este museo es su amplia variedad, pues podemos encontrar desde restos del Antiguo Egipto hasta obra de pintores vanguardistas. La colección barca un sinfín de áreas del conocimiento. No obstante, la atracción cultural para disfrutar al aire libre es el Pollok Country Park. Un gran parque de 146 hectáreas ubicado en el lado sur de Glasgow. Es bien conocido por varias razones, incluida la ubicación de las divisiones montadas por la policía y de manejo de perros, la famosa Colección Burrell y la Casa Pollok, que alberga una colección de pinturas de artistas españoles como el Greco, Goya y Murillo. Pero Glasgow es también música (festivales en directo todo el año) y diversión. Que empieza en bares y restaurantes ubicados en zonas concurridas, como Merchant City, Ashton Lane, o el West End. O en un típico pub donde se puede tomar una copa, quizás de un buen whisky de malta (este próximo febrero se celebrará el Festival de Whisky), escuchando música folk. Para disfrutar de esta ciudad con faldas y a loco.
A principios de de noviembre, se celebra uno de los grandes elementos del calendario británico, Bonfire Night o Guy Fawkes ‘Night. Los orígenes del evento se encuentran en el complot frustrado del conspirador Guy Fawkes para volar las Casas del Parlamento en 1605. Hoy en día, ese elemento a menudo se pasa por alto en favor de una celebración general de hogueras y fuegos artificiales. Se lleva a cabo el 5 de noviembre de cada año.
También el día 30 de Noviembre, coincidiendo con san Andrés, el santo patrón de Escocia, se celebra su fiesta nacional con conciertos de música tradicional, como el que celebra en el Royal Concert Hall de Glasgow. A la espera que vuelvan los vuelos directos Madrid Glasgow o Edimburgo, la opción actual es vía Londres, con enlace en Barajas desde cualquier aeropuerto gallego para volar a una de las ciudades europeas con mayor movilidad eléctrica. Existen programas incluyendo cinco noches de hotel, vuelos y un par de visitas, por apenas 415 euros. Menos lo que cuesta una falda escocesa en algún comercio local.
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