Los costarricenses saludan diciendo «pura vida». Una frase que no solo es una forma de saludo, sino toda una filosofía. Costa Rica, la llamada Suiza de Centroamérica por su estabilidad política y económica, es uno de esos destinos a los que el viajero puede sacar un gran rendimiento en casi todos los aspectos del viaje. Cualquier viaje a Costa Rica debe incluir como mínimo la visita a dos o tres de los numerosos parques naturales de este país.
En el parque nacional de Tortuguero podremos observar el desove de las tortugas, además de una abundante flora y fauna. Otra visita imprescindible es al parque nacional de Volcán Arenal. Con una extensión de casi 3.000 hectáreas, su volcán sigue arrojando gases y vapores desde su cráter situado a 1.633 metros de altura. Con suerte, en su entorno podremos ver tepezcuintes, perezosos, jaguares, venados, o algún quetzal en el cielo.

En el hotel Tabacón podremos relajarnos en las termas de agua caliente procedentes del volcán. Además, nuestra estancia en Volcán Arenal sirve de antesala para adentramos en la reserva biológica del Bosque Nuboso de Monteverde, creada para proteger la flora, la fauna y los recursos hídricos. En la reserva de Bosque Nuboso Santa Elena se han visto 152 especies de pájaros nativos.
Costa Rica ofrece la posibilidad de realizar algunas actividades de aventura tanto para expertos como para principiantes como paseos por puentes colgantes, descensos en tirolina, rafting o bajada de ríos en kayacs. Pero si lo que queremos es conocer este país de una manera económica, existen programas con prerreservas de alojamiento y coche de alquiler que nos aseguran la garantía de que no tendrás que preocuparse de la contratación en el destino.