Los que tenemos cierta edad edad y conocimos el Un, dos, tres, nos acordamos cuando un señor con un significativo bigote y un gorro muy alto blanco nos hablaba de Mondoñedo y de sus exquisitas tartas. Años más tarde coincidí, los últimos años de la carrera, con su hijo Carlos en el mismo centro dondeSigue leyendo «Caminando por Mondoñedo»