Cada estación del año ofrece una Ibiza insólita y diferente. Si existe un turismo muy conocido, y demasiado bullicioso en agosto; tampoco sería una mala idea prever una escapada para estos meses próximos, aprovechando las ofertas de vuelo con compra anticipada.
La isla cuenta con una oferta cultural y de actividades constantes con alternativas didácticas que explican la evolución de la isla. Los apasionados de la arqueología y los curiosos en la materia disfrutarán con los yacimientos cartagineses, romanos y árabes dispersos por la isla, además de sus iglesias y fortalezas, legado de su herencia multicultural. No dejes de alquilar una bicicleta para admirar este destino que ofrece opciones vinculadas a experticias en la naturaleza, especialmente si se viaja con niños. Pero tampoco significa que debamos renunciar al ocio. Muchos locales famosos permanecen abiertos los fines de semana. Además viajar en temporada baja nos ayuda a que el transporte y el alojamiento sea bastante económico.

Otra propuesta es apreciar, por ejemplo, la floración de los almendros. Habitualmente, los almendros en Ibiza mantienen sus copas en flor entre enero y febrero, pero esto depende también de la climatología de los meses previos. El gobierno insular propone dos rutas para un día de turismo de invierno en Ibiza. Una ruta norte, de Sant Antoni a Aigües Blanques, un itinerario circular que pasa por el valle más visitado de Ibiza durante esta época: el pla de Corona. Y una ruta sur, de Sant Antoni a Es Cubells, con un recorrido mucho más tranquilo.
Planifica tu viaje, adelanta las reservas, y disfruta de la isla de la forma que muchos en verano ni siquiera intentan, mas allá de discotecas y playas abarrotadas