Escoger un buen lugar de vacaciones no implica siempre pasar mucho tiempo dentro de un avión. Por ello la isla portuguesa de Madeira, a solo un par de horas de vuelo desde Galicia, es uno de los lugares preferidos por los viajeros que buscan un destino cercano de naturaleza en su estado más puro. Su clima templado y suave permite la práctica de todo tipo de actividades deportivas y de ocio al aire libre, especialmente para aventurarse en las famosas levadas, unas veredas que lo pueden aupar hasta los 1.862 metros de altitud, o para encontrar los colores de sus innumerables plantas exóticas. Madeira posee impresionantes miradores, como el de cabo Girao, uno de los más altos del mundo. Y no solo eso. Muestra una amplia herencia cultural que se remonta a la época de los grandes navegantes y que está patente en museos, iglesias, palacios, en los hábitos y en las diversas costumbres de los habitantes de Madeira. Y para los que gusten de tumbarse en una buena playa, es recomendable desplazarse: la travesía dura apenas 2 horas a la vecina isla de Porto Santo, conocida con la isla dorada, por su 9 kilómetros de playa de arena clara, bañada por un mar de aguas tranquilas y cristalinas.

Pero Madeira es también ideal para descansar de la rutina diaria y del estrés en alguno de sus hoteles, que además brindan una excelente relación calidad-precio. Una hotelería diversa y que se adapta a cada presupuesto: desde los alojamientos económicos en su capital, Funchal, a quintas solariegas, pasando por los magníficos hoteles de lujo, la mayoría construidos al borde del océano Atlántico. Para ayudar a descubrirlo, el operador Yu Travel, ha programado vuelos directos desde el aeropuerto de Santiago de Compostela este verano. Con precios, para una semana, a partir de los 549 euros, vuelo, alojamiento y desayuno. Con salidas cada domingo hasta el 10 de Octubre, para así reconocer el porqué Madeira ha sido elegida por sexto año consecutivo el Mejor destino insular del mundo.
