Y normandos, fenicios y árabes. Todas estas culturas dejaron su impronta en la isla italiana. La mejor manera de conocer Sicilia, al ser de forma triangular, es recorrerla de punta a punta en un circuito con un guía experto que nos acompañe; o simplemente alquilando un coche y moviéndonos libremente, pero ya con los hoteles reservados desde España. De esta forma conoceremos los lugares más importantes de la isla.
Para los primeros días y, siguiendo un orden lógico, la recomendación es no perderse las principales ciudades. Palermo, capital de la isla, con maravillosas iglesias de mosaicos bizantinos y mercados multicolores. Monreale, mezcla de artesanía árabe y normanda. Erice, recinto amurallado construido por los fenicios y renovado durante el Medievo. En los siguientes días se puede pernoctar en Agrigento para conocer su valle de templos griegos, uno de los mejor conservados del mundo. Piazza Armerina, ciudad normanda donde destaca la villa romana del Casale. En Siracusa, la mítica ciudad de los tiranos, nos embruja no solo la preciosa isla de Ortigia, sino también las latomías, el teatro griego y el anfiteatro romano; en la tranquila Ragusa conoceremos su museo arqueológico. Ya en el final del viaje es obligatorio descubrir Taormina, elevada sobre un promontorio y con un teatro griego-romano que regala hermosas vistas frente al Etna. Cerca está Messina y el estrecho que separa la isla de Italia. Para un final de trayecto es perfecta una estancia en Cefalu (foto) para el descanso en sus playas y la visita a su catedral normanda.
Muchas agencias y operadores ofrecen un plan de avión de Madrid a Palermo, siete noches en hotel turista y coche de alquiler desde 905 euros por persona. Cultura, diversión y playas, tres vértices par un destino económico de verano.