Si preguntásemos cuál es la ciudad europea más romántica, una de ellas sería Venecia. Daremos unos consejos para que invirtamos en el viaje a esa ciudad italiana poco dinero y mucho amor.
Para volar desde Galicia, Iberia ofrece tarifas, con oferta, a partir de los 120 euros. A la llegada, en el propio aeropuerto compraremos los billetes de bus que nos acercarán, por 5 euros, a la plaza de Roma. Allí nos moveremos a pie, o comprando los tiques de los conocidos vaporettos, con pases turísticos de 7, 3 o 2 días, en este caso por 30 euros el abono, para movernos en la ciudad. Hay que saber que la distancia que en cualquier ciudad nos lleva 10 minutos en Venecia puede prolongarse a 30, por lo menos. Por esta razón y porque continuamente nos estaremos parando a contemplar las plazas, los palacios, las iglesias… lo recomendable es una estancia de al menos 4 días. La propuesta de realizar un romántico paseo de media hora (sobre 80-100 euros) en góndola por sus canales es siempre apetecible, pero si nuestra economía no nos lo permite y para matar el gusanillo, por 2 euros y en dos minutos, atravesaremos el Gran Canal. Eso sí, en traghetto que nos resta intimidad.

Para almorzar, muchos bares en la zona de San Polo-Rialto (antes, visitemos su mercado) y con precios sobre unos 15 euros, nos ofrecerán un plato de pasta. Por la tarde es costumbre tomarse un Spirtz, una birra o un blanco prosecco (3 euros la copa) en la zona de Dorsoduro o en Canareggio, para así reponer fuerzas.
El alojamiento en Venecia no suele ser económico. Una opción más barata es alojarse en la pegada Mestre y desplazarse en tren o bus a Venecia, por 1 euro y a 10 minutos. Justo frente a su estación de tren hay varios buenos hoteles de 4 estrellas.
Para ser correspondido en el amor también nos acercaremos a Verona, la ciudad de Romeo y Julieta; o a Padua, a 35 kilómetros de Venecia (6 euros en tren) y admirar su famosa basílica de San Antonio, por cierto, protector de los enamorados.
