El obispo Desmond Tutu acuñó la expresión «El país del Arco Iris» para reflejar la diversidad de Sudáfrica, una nación en la que conviven multitud de razas, culturas (once idiomas oficiales) y religiones.
También porque ningún otro país de la Tierra posee la riqueza natural de Sudáfrica. Aquí encontramos el diez por ciento de las especies florales y de aves, y la sexta parte de especies marinas del mundo, y más clases de mamíferos que en América o en Europa y Asia unidas. Es el territorio de África con las mejores infraestructura para el turista, buenas carreteras y hoteles en reservas privadas de lujo. Una de estas reservas que visité fue la cadena Singita. Coloquialmente, guita significa dinero, por lo que estar sin dinero, curiosamente no se corresponde con la tipología de clientes que se alojan en esta cadena de gran lujo.
Mucho se habló de cómo el triunfo de Mandela ha transformado el país (existían bancos públicos exclusivos para blancos), pero también inciden, quienes lo conocen, en que es uno de los destinos que debe de ser visitado. Con muchos rincones por descubrir -no solo en safari por sus parques nacionales-, en los que con suerte podremos ver sobre la sabana africana un colorido arco iris.