El Bronx, este distrito de los cinco que forman la ciudad de Nueva York, el único que no está en una isla, es un gran desconocido para el viajero que se acerca a disfrutar de la Gran Manzana. Seguramente pensemos que sea peligroso. Antaño era sinónimo de violencia, pero actualmente es una zona segura que cuenta con unos atractivos que debemos conocer. Como barrio que acogió a muchos inmigrantes, tiene su pequeña Italia, con variedad de restaurantes turísticos a precios muy económicos.
El Bronx posee más zonas verdes que cualquiera de los otros distritos. En el parque Van Cortland, con 3 kilómetros de extensión, se puede montar en barca y a caballo o jugar al golf en el campo más antiguo de América. Pero lo que hace que el Bronx sea un barrio verde es el Jardín Botánico de Nueva York, con más de 100 hectáreas con jardines especiales y pequeños bosques. Su zoo, con más de 4.000 animales de 600 especies distintas, es el más grande del país. Fue aquí donde nació el hip-hop. De hecho existe una excursión específica que recorre el Harlem y el Bronx que desgrana como fue evolucionando este baile. Aquí podemos disfrutar de un partido de béisbol o de un tour por las gradas, en el estadio de los Yankees. Historias diferentes a las de la gran urbe, y que nos suenan. Del porqué de las zapatillas deportivas colgadas en los cables. O de lo que simbolizan sus famosos grafitis, aquellos que recrean escenas de los Latin Kings o los que inmortalizan a personajes famosos, como el retrato pintado en la pared del rapero Big Pun. Pasando al lado de una comisaría, nos acordamos de Paul Newman en Fuerte Apache.
Grandes diferencias con Manhattan. Son los contrastes de Nueva York.