Uno de los elementos naturales que representan y simbolizan la llegada del buen tiempo es, por supuesto, la cigüeña. “Se ha asomado una cigüeña a lo alto del campanario….”, describía en este poema Antonio Machado, la llegada de la primavera al entorno rural de Castilla. Sin embargo también las cigüeñas están presentes en otras zonas de Europa. Así en la francesa región de Alsacia, uno de los símbolos utilizados de su identidad, es la cigüeña blanca, ave que tradicionalmente presentaba una población elevada y una presencia marcada en esta zona comparativamente con el resto de Francia. Es especialmente en su capital, Estrasburgo, donde se ha reintroducido con éxito a las cigüeñas, que durante un tiempo estuvieron a punto de desaparecer, y que puede admirarse en todas las estaciones del año, especialmente en el Parc de l’Orangerie, -el parque más grande de la ciudad- creado en el año 1804, y que mantiene un pequeño zoológico, un lago con barcas que invitan a su paseo y un hábitat especial para las las tradicionales cigüeñas de Alsacia. Aunque durante años Estrasburgo fue la perla deseada por los dos estados antagónicos, Francia y Alemania, hoy en dia es símbolo de su unidad y sede del parlamento Europeo. Y ya que para sus habitantes, las cigüeñas son el símbolo del bienestar y la felicidad, debe serlo por extensión para todos los europeos. Se dice que la cigüeña trae a los bebés de Paris, pero quizás antes haya hecho una parada en Estrasburgo. ¿Quién sabe?
Destino de Cigueñas
